Mi hijo es adicto al «Fortnite» – Señales para reconocerlo

El videojuego más popular del mundo, el Fortnite, también se ha convertido en una obsesión para muchos jóvenes y una preocupación para los padres. ¿Cuánto rato podemos dejarles jugar para que no se convierta en una adicción con consecuencias?

Por Pablo Cubí

Los padres con hijos entre 12 y 18 años (a veces incluso más pequeños) tienen un nuevo motivo de conflicto. El videojuego Fortnite se ha convertido en el principal entretenimiento de los jóvenes y que lo apaguen es muchas veces una batalla diaria, cansina e infructuosa.

Jugar a videojuegos no es malo si no interfiere en la vida diaria de los jóvenes, es decir, debe ser una forma más de ocio para ellos que compaginen con una vida que incluye otras actividades diversas. El problema, como en todo, está en el exceso.

Y es que ahora han aparecido estudios que advierten que quizá hay que poner freno a los jóvenes porque el juego puede llegar a crear una peligrosa adicción como ocurre por ejemplo con los juegos de azar.

UN VIDEOJUEGO QUE ENGANCHA

En el caso concreto de este juego ha sido el gran negocio de los últimos dos años, ha revolucionado el mercado y se ha convertido en un gran negocio que ya abarca varias esferas del marketing.

Fornite engancha por múltiples motivos.

  • Es una acertada combinación de juego de guerra y reto. En la batalla en la que puedes ir solo o en equipo y en la que también tienes retos que superar.
  • Es a lo que todos los amigos juegan (cuenta con 250 millones de usuarios).
  • Es una descarga de adrenalina durante los veinte minutos de media que dura cada partida. Que las partidas sea rápidas, engancha más.
  • Todo el rato encuentras cosas nuevas, cofres, armas que lo hacen muy entretenido.
  • El videojuego premia las victorias con bailes, armas y otros accesorios que incitan a seguir jugando.
  • Es gratis y se puede jugar en todo tipo de consolas de videojuegos y ordenadores.
  • “El cóctel es perfecto y los bailes rituales tras las victorias son reproducidos por los chicos y chicas fuera del juego, en su vida real», explica el psiquiatra Sergio Oliveros Calvo.

¿CÓMO UN JUEGO SE CONVIERTE EN ADICCIÓN?

Una estadística señalaba que ya el 1,5% de adolescentes inscritos en el juego en línea mostraban signos de adicción.

El tipo de adicción no es exactamente la del alcohol o las drogas. Según explica el doctor Oliveros, en las partidas se activa una parte de nuestro cerebro, la que usaban nuestros ancestros en periodo de caza o de huida del depredador.

En la partida se activa nuestro instinto cazador primario y nos impide parar

“Durante la lucha en la naturaleza, abandonar equivale a morir, lo que va en contra de nuestra biología, por lo que nos vemos impulsados a terminar la partida”, aclara el psiquiatra.

¿CUÁNTO RATO PUEDE JUGAR UN NIÑO?

La Organización Mundial de la Salud ya reconoce el trastorno por adicción a los videojuegos como enfermedad mental.

Los propios expertos de la OMS aseguran que la mayoría de personas que juegan a videojuegos no tienen problemas pero que sí es cierto que un uso excesivo puede generar efectos peligrosos sobre la salud. Pero ¿cuánto tiempo es demasiado?. El doctor Oliveros Calvo cree que no hay un tiempo «saludable» de juego al Fortnite o a algún otro similar. «Los niños tienen que poder relacionarse entre ellos, practicar juegos al aire libre». En su tiempo de ocio deben combinar actividades deportivas, creativas o de cualquier otro tipo, con los videojuegos en menor proporción.

«Yo lo que recomendaría sobre los videojuegos en general es que cuanto menos rato, mejor-sentencia el psiquiatra-. En todo caso, no más de media o una hora diaria».

No hay un tiempo considerado «saludable» para los vídeo juegos

El hecho de que se pueda jugar con los propios amigos (cada uno en su casa) o hacer amigos en línea no se puede considerar tampoco vida social. Los niños se deben relacionar directamente. Decir «Mátalo» o «Apunta a tu derecha» no es comunicación.

«Nuestros hijos nunca han estado más solos que ahora pese a que tienen móviles con redes sociales y juegos conectados», aclara contundente el doctor Oliveros Calvo.

FORTNITE NO INCITA A LA VIOLENCIA

Pese a lo que se puede pensar, este en concreto no es un juego especialmente violento aunque consiste en matar a todos los otros.

Se ha comprobado que es una manera de sacar adrenalina. «Es posible que la descarga de la agresividad en el juego evite su descarga en la vida real – opina el experto»

Otra cosa es que hay niños con tendencias agresivas y que prefieran estos juegos o se obsesionen con ellos. El juego bélico podría ser un síntoma del carácter del niño que puede que requiera cierta ayuda para gestionar, pero no es el origen. Los juegos violentos no vuelven a los niños más agresivos en la vida real

Además, las muertes no son sanguinarias. Los personajes no están dibujados especialmente agresivos. Por eso se autoriza a partir de los 12 años.

El problema es que su popularidad ha hecho que haya padres que ya estén dejando a niños de diez años o más pequeños jugar. Esto puede provocar un estrés excesivo o facilitar la adicción posterior.

LOS SÍNTOMAS DE ADICCIÓN

Se considera que el problema con los videojuegos es preocupante cuando interfiere en la vida social, familiar, escolar o laboral del jugador.

La Asociación Americana de Psiquiatría ha publicado una lista de criterios para evaluar la adicción a los videojuegos que puede extrapolarse al Fortnite.

  1. Obsesión con el videojuego y pérdida de interés a otros pasatiempos.
  2. Aumento progresivo del tiempo de juego.
  3. Mentir sobre el tiempo real de juego.
  4. Síntomas de abstinencia cuando no se puede jugar: irritabilidad, tristeza o inquietud.
  5. Pérdida de la noción del tiempo.
  6. Abandono de los estudios o del trabajo por el juego.
  7. Incapacidad para parar cuando se impone una hora límite.

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?

Los especialistas en adicciones sitúan, fuera del uso normal, dos fases previas antes de que se convierta en una adicción y provoque síntomas de abstinencia:

El consumo perjudicial es cuando provoca un desorden grave. «Cuando consume se pone mal y le dura incluso rato después de terminar», aclara el doctor Oliveros.

El abuso es cuando tiene un consumo exagerado, aunque puede dejar de jugar sin que le provoque síndrome de abstinencia.

En las primeras fases podemos prevenir el trastorno limitando el tiempo de los videojuegos.

“Lo primero es marcar conjuntamente con el menor un horario para que se reparta equilibradamente el tiempo entre estudio, juegos con sus hermanos o amigos y Fortnite”, explica el psiquiatra.

Hay que pactar con el menor el horario de juego y el de otras actividades

Los padres deben implicarse. Jugar con él a otras cosas, fomentar los juegos a aire libre. Probar nuevas actividades para intentar descubrir cosas que también le resulten de interés.

¿CÓMO SE TRATA ESTA ADICCIÓN?

El doctor Oliveros apunta que “es importante descartar la coexistencia de otros trastornos que suelen estar presentes (fobia social, personalidad dependiente y esquizoide, entre otras) y tratarla específicamente para mejorar el pronóstico”.

El tratamiento se puede basar en la psicoterapia cognitivo-conductual centrada en el control de los impulsos, la gestión de la ansiedad, y la prevención de recaídas así como requerir fármacos que disminuyen el impulso para jugar.

fuente: Sabervivirtv

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