Los niños aprenden lo que ven en sus Padres | Desarrollando conductas infantiles

Escrito por Webmaster Psicología

El aprendizaje infantil comienza con la observación. Los niños ven lo que hacen sus padres, cómo se comportan, y aprenden esas mismas conductas, las adquieren en su repertorio y las repetirán en un futuro.

Los padres son el modelo en el que se fija nuestro hijo y por el cual puede desarrollar hábitos y conductas saludables.

Aprender es algo que hacemos desde que nacemos. Los primeros años de vida son esenciales en la formación de conductas nuevas, y la primera técnica para aprender es simplemente observar.

Los niños, sobre todo los más pequeños, están constantemente observando lo que les rodea y aprendiendo de ello. Es lógico; es su marco de referencia, lo primero que conocen y, por tanto, lo que consideran único y verdadero, sin cuestionarse nada más. Uds son las personas a las que más tiempo ven los hijos, y, por tanto, de las que más aprende.

Conductas aprendidas para el futuro

El estilo de comportamiento y el patrón de conductas que seguirá ese niño en sus próximos años dependen en gran parte de esta etapa. Y esto sirve tanto para conductas positivas como para negativas.

Si ve que sus padres critican a cualquier persona por algún defecto, aprenderá que lo correcto es criticar a los demás; si ve que sus padres ayudan a la vecina a llevar la compra, aprenderá que lo correcto es ayudar al que lo necesita; si ve que sus padres se hablan a gritos e insultos, aprenderá que lo correcto es ese estilo de comunicación; si ve que sus padres aceptan las críticas y son tolerantes, aprenderá que lo correcto es esa forma de comportarse.

Todo eso que ha aprendido será lo que haga de mayor. En la práctica clínica queda demostrado cada día: la mayoría de personas se comportan según lo que aprendieron de pequeños.

La gente que sufre algún episodio de depresión, en muchas ocasiones, ha tenido un padre o una madre con un estilo de personalidad depresivo; los maltratadores suelen haber sido agredidos o maltratados cuando eran niños, o alguno de sus padres era violento con el otro; las personas inseguras o con miedo a que ocurra algo terrible han tenido, muchas veces, unos padres que les han protegido de absolutamente todo.

Y como éstas, otras muchas conductas se las debemos a nuestros padres.

Los padres deben enseñar hábitos saludables

Más allá de estos comportamientos concretos, los padres también son clave en el aprendizaje de estilos de vida saludables del niño. Por ejemplo, los adolescentes con padres fumadores tienen tres veces más probabilidad de adquirir este hábito que los que no fuman. El aprendizaje al observar sigue siendo igual de crucial en otras conductas vitales, como los patrones de sueño.

Si trasnochas o te acuestas con la televisión encendida, es más que probable que tu hijo también lo haga y que se acostumbre a ello, pudiendo tener problemas de sueño en un futuro.

La alimentación y el ejercicio son, del mismo modo, dos aspectos esenciales cuya importancia aprendemos desde bien pequeños.

A comer nos enseñan nuestros padres, y la comida que nos dan (y, sobre todo, la que no nos dan) influirá no sólo en nuestra salud, sino también en nuestros gustos y el valor que le demos a la alimentación.

La obesidad infantil es un problema actual que puede evitarse si enseñamos a los niños a comer de forma adecuada, siendo los padres los primeros que lo hagan. E igual de significativos son el ejercicio y la actividad física. Si no dediccas tiempo a hacer algún tipo de práctica deportiva o de ejercicio físico, ¿por qué lo van a hacer tus hijos?

Es necesario que esten siempre en marcha, moviéndse; si eres sedentario tu energía y vitalidad irán desapareciendo, y tus hijos no tendrán un modelo claro de lo importante que es el ejercicio para la salud.

Ten claro esto: tu hijo aprenderá más de lo que te ve hacer que de lo que le digas que haga. Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, y en este caso el significado es el mismo.

Adopta unas conductas positivas y unos patrones de comportamiento adecuados cuando estés con tu hijo, porque estará observándote y aprendiendo.

Y aprovecha para realizar hábitos saludables con él, como ir en bici o aprender a cocinar algo sano, y así además compartirán grandes recuerdos juntos.

Fuente: el Portal del Hombre

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