Los castillos de arena cobran un gran protagonismo durante el verano, una época perfecta para crear pequeñas obras de arte en la playa junto a amigos y familiares.
Un día de playa común y corriente puede convertirse en una maravillosa experiencia para los niños y los papás. Realizar juntos un castillo de arena es una actividad que los une y los hace disfrutar por igual. A continuación te compartimos los beneficios que trae para los niños el armar un castillo de arena.
El sitio wikiduca, ha enumerado 10 beneficios de hacer castillos de arena para los niños y te los presentamos a continuación.
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Potenciar el desarrollo cognitivo:
Esto es debido a que los niños deben poner en marcha sus habilidades estratégicas para dar vida a castillos cuya estructura permita que se mantengan en pie durante horas pese al azote de la brisa y al roce del agua del mar.
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Fortalece los músculos.
los niños deben moverse de un lado a otro constantemente para recoger arena, moldearla y colocarla en los lugares idóneos.
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Dan rienda suelta a la imaginación.
Torres, puentes, ríos, laberintos, escaleras, fosos… Son muchos los elementos que pueden formar parte de un castillo de arena.
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Combatir las gripes y resfriados.
En la playa las gente se beneficia de las múltiples virtudes de la brisa marina y del agua salada, que contienen minerales capaces de favorecer la expulsión de toxinas de los pulmones y de acelerar la curación de gripes y resfriados.
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Desarrollar la motricidad fina.
A la hora de diseñar los torreones, dibujar ventanas o abrir paso a los ríos y lagos del castillo los peques deben usar sus deditos para definir los detalles que distinguirán su pequeña obra de arte del resto, lo que se traduce en un desarrollo de la motricidad fina.
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Hacen nuevos amigos.
Son muchas las ocasiones en las que varios niños deciden, tras ver a un grupo de peques haciendo un gran castillo de arena, unirse a ellos para ayudarles y conseguir dar vida a un palacio de lo más espectacular.
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Aprenden nuevas palabras.
Torres, pasadizos secretos, laberintos, los aposentos de los reyes, fosos llenos de cocodrilos, espadas, escudos… Son muchos los elementos que podemos encontrar en un castillo y que pueden ayudar a los niños a aprender nuevas palabras y a ampliar su vocabulario.
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Descubrir las maravillas de la naturaleza
Al hacer castillos en la arena mientras sienten la brisa marina y el choque de las olas contra su piel, los peques son capaces de descubrir las maravillas de la naturaleza y la importancia de respetar el medio ambiente y de cuidar el planeta en el que vivimos.
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Cuidar la piel
La arena de la playa actúa como un exfoliante natural debido a que se ocupa de arrastrar las células muertas, de activar la circulación de la sangre y de dejar la piel tan suave como la seda.
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Pasarlo de maravilla
No hay duda de que uno de los mayores beneficios de hacer castillos en la arena es la diversión, y es que los niños lo pasan genial mientras diseñan y crean estos palacios naturales que no solo tienen cabida en las playas del mundo entero, sino también en los parques, terrazas y jardines.
¡Solo hace falta arena, un cubo, agua y grandes dosis de imaginación para crear castillos de arena dignos de los más bellos cuentos de hadas!